En esta obra se realiza un pequeño homenaje a la figura de don Eduardo Dato e Iradier (1856-1921), en el centenario de su asesinato en la plaza de la Independencia de Madrid. Se pretende reflejar su vocación política, sus inquietudes sociales y su papel de servidor público en unos tiempos convulsos, en los que los retos y las dificultades nunca aminoraron su temple de gran estadista.
Para ilustrar la personalidad de Eduardo Dato, se han seleccionado en la obra dos textos : su discurso de ingreso en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas de 1910, así como los discursos que pronunciaron en el Congreso de los Diputados con motivo de su asesinato sus compañeros de partido, Gabino Bugallal y José Sánchez Guerra, presidente interino del Consejo de Ministros y del Congreso de los Diputados, respectivamente.