Las primeras diputadas españolas fueron nueve mujeres dignas de atención biográfica que, en las tres legislaturas de la República, ocuparon trece escaños. Cinco eran socialistas, dos republicanas, una comunista y solo una de derechas: una disimetría ideológica relacionada con la actitud de partidos y electores. Varias tuvieron amplia actividad cultural, notable actuación parlamentaria y fueron pioneras en el desempeño de ciertos cargos públicos. En el exilio, al que ocho partieron, continuaron sus densas trayectorias vitales, y encontraron nuevas discordancias y afinidades.