El oso Bondi no parecía muy feliz, aunque era su cumpleaños. Y es que no sabía cómo invitar a Maru Osa a su fiesta. El mapache Morris podía conseguir cosas raras, difíciles, grandiosas; pero no tenía ni idea de cómo invitar a una osita a un cumpleaños. Aun así, ayudará a Bondi. Aunque para eso tenga que trepar, espiar y, sobre todo, pedir ayuda a todos los animales del bosque. La historia incluye una poesía de lo más graciosa, una lista detectivesca divertida y extraña, y una genial idea que acaba en una frase loca y el enfado consiguiente de la Osa.