La actividad de los alumnos y la del profesorado, el desarrollo de sus respectivas funciones de enseñar y de aprender, están siempre relacionados con los contenidos del currículum. Un alto porcentaje del tiempo escolar (incluyendo el trabajo del alumnado desplazado al horario extraescolar) se ocupa en la enseñanza y en el aprendizaje de contenidos bajo cualquier modelo de educación y sea cual sea la estrategia metodológica que se adopte.
Los contenidos son una referencia ineludible para discutir sobre cualquier problema o tema referido a la educación, para saber la calidad que se logra según haya sido la experiencia real del alumnado con los contenidos, el por qué se desmotivan e, incluso, por qué fracasan. ¿Podían ser otrosàque siendo sustantivos, pudiesen ser a la vez motivantes y significativos? ¿Se enseña y se aprende acerca de lo que es más interesante de las actuales asignaturas o materias? ¿Quiénes deciden lo que se debe enseñar y lo que tiene que aprenderse?
Un grupo de profesionales de la educación, coordinados por J. Gimeno Sacristán, enfocan una serie de problemas, guiados por al creencia de que la educación que queremos exige revisar los contenidos de la educación que tenemos. Sin contenidos no hay educación. Para mejorarla es necesario mejorar la cultura de los contenidos.