Es una constante en José Gimeno Sacristán sus llamadas de atención, de manera crítica y oportuna, sobre las carencias del sistema escolar. Puede decirse que es un profeta de desengaños en sus libros, clases y consejos para cuantos habían puesto su confianza en que, en la alternancia legislativa, estaría el logro de “la calidad educativa”.
De 1989 a 2011, en sus artículos de Cuadernos de Pedagogía, el catedrático valenciano ha reaccionado contra todas las leyes alternantes que se han sucedido y contra toda práctica educativa que no se han tomado la escuela en serio. Hizo ver cómo, entre renovados lenguajes tecnocráticos, los docentes, el alumnado y los recursos idóneos para el buen trabajo escolar quedaban al margen.
Lo que en Ideas que perviven: el valor de la crítica en Educación encontrará el lector es lo que ha sido la gran pasión de Gimeno Sacristán: que la escuela alcanzara a promover una verdadera cultura con incidencia significativa en la vida de sus destinatarios; habría así motivos para apreciarla y cuidarla, y para que se abandonara tanto debate bizantino, puramente nominalista y crecientemente estéril.
Ante los retos que plantea la sociedad al sistema escolar –y que la COVID-19 está poniendo en evidencia–, los artículos que en este libro se reeditan parece que hubieran sido escritos ahora mismo.