Esta monografía estudia la germinación del yihadismo salafista como ideología que sirve de soporte al activismo terrorista de diversos grupos en la segunda mitad del s. XX y las primeras décadas del s. XXI. Haciendo una interpretación radical de la religión musulmana, tales grupos han abrazado una ideología que alimenta escenarios de violencia que sólo recientemente se empiezan a relacionar con esta construcción intelectual. Este estudio recorre escenarios del norte de África, Oriente Próximo o Afganistán en distintas etapas históricas, para llegar a ciertos momentos clave, particularmente los macroatentados del 11 de septiembre de 2001 y las revueltas árabes iniciadas en 2010.