La Memoria justificativa (1832), texto clásico del pensamiento de la burguesía liberal donostiarra, fue escrita en respuesta a las acusaciones vertidas contra la ciudad en la Junta Particular de Azpeitia, censurando su crítica al régimen foral. La necesidad de introducir modificaciones que permitieran reactivar su abatido comercio motivó la revisión los Fueros, afirmando su mutabilidad y denunciando que tras su foralismo se escondía la defensa de los intereses de su élite dirigente. La Memoria justificativa muestra también otro modo de concebir la hermandad provincial y su relación con la corona, así como la formulación de un modelo económico alternativo al imperante en el país.