Este libro propone una revisión del estudio de los orígenes del imperio español en el siglo XVI a partir de una perspectiva global. La tesis central de esta investigación es que para llegar a entender en toda su complejidad la historia colonial de Hispanoamérica es preciso examinar con detenimiento el proceso de intercambio transoceánico y global entre diversas regiones geográficas del mundo que se dió en el siglo XVI. El imperio español fue global en su extensión y en su alcance debido a que inauguró vías de contacto, intercambio y comunicación entre áreas distantes del globo: Europa, África, América y Asia.