La familia, como objeto y sujeto de cambio, ha tenido especial protagonismo a lo largo del siglo XX, así lo avalan innumerables estudios y debates generados en torno a ella. El siglo XXI ha de asumir, con rigor científico, los dilemas, síntomas y factores de riesgos que plantean las nuevas configuraciones familiares. Trabajar con la familia implica un cambio de paradigma, significa pensar en la relación. Trabajar con y para la familia es un compromiso ineludible. La lectura de este libro es una invitación a dar el primer paso.