¿Crees que tu madre, tu abuela o tu vecina no podrían protagonizar una novela? Pues estás equivocado. A nuestro alrededor hay muchas mujeres extraordinarias que, aunque no hayan ganado un Premio Nobel de Medicina, como Marie Curie, ni escrito un diccionario mientras criaban a sus hijos, como María Moliner, son igualmente excepcionales. Haz la prueba. Observa a tu familia, a las de tus amigos, a esa camarera que te atiende detrás de la barra de un bar o a la mujer, fuerte y decidida que ha cuidado de tus hijos o de tus padres, para que tú puedas seguir tu camino profesional en el hospital, el colegio, la oficina o la fábrica.
Tienes entre manos un libro muy especial, casi tanto como estas quince vidas que son un tratado de historia contemporánea. Y que nos muestran cómo ha sido la otra historia, no la de las guerras y los tratados, sino la del día a día, los amores, los hijos, las enfermedades y las muertes. Por estas páginas transitan modistas que cosieron para la burguesía en la España de la posguerra, emigrantes intrépidas que no dudaron en subirse a un barco o un avión para encontrar el amor en Londres o en Melbourne (Australia) o alemanas que transitaron por la Segunda Guerra Mundial y desafiaron a los soldados de la RDA en esas fronteras de alambradas. A todas las conozco. Algunas forman parte de mi familia de mi vida, que viene a ser lo mismo. A otras no tuve la fortuna de conocerlas porque ya murieron. Pero sus hijos o nietos se han prestado a compartir su historia conmigo. ¿Aún sigues creyendo que tu madre, tu abuela o tu vecina no merecerían protagonizar una historia de novela de las de antes?