La música no deja indiferente prácticamente a nadie. Unas veces nos provoca ganas de llorar, otras es capaz de evocar recuerdos que considerábamos sepultados, y en el caso de algunas enfermedades puede llegar a ejercer un efecto curador.
Sin embargo, nos resistimos a considerarla objeto de estudio de los expertos. Y ese es precisamente el prejuicio que se propone desmontar La seducción de la música. ¿Por qué?: porque no hay nadie que no sea musical. Incluso las personas que creen que no sirven para la música poseen unas capacidades musicales asombrosas.
Christoph Dr´sser expone los fascinantes descubrimientos que han realizado los científicos a ese respecto. ¿Por qué nos gustan unas músicas y otras no? ¿Cómo consigue nuestro oído distinguir sonidos y ruidos concretos en el guirigay de ruidos y sonidos donde vivimos inmersos la mayor parte del tiempo? ¿Por qué existe la música?
El autor, por experiencia propia, anima a todos aquellos que todavía no practican la música, a que comiencen cuanto antes!