Vivimos en la era del canibalismo digital, con la mirada fija pegada a la pantalla. El mundo material pierde consistencia de manera progresiva, hasta que nuestra realidad se transforma en un simulacro, en donde muere el cuerpo. Hoy nos alimentamos de imágenes: imágenes fast-food que, dado su carácter espectacular y grandilocuente, consumimos sin prestar demasiada atención. Y ese menú de comida rápida acaba con la sensibilidad de nuestro cuerpo, que puede promover la rebeldía. ¿Cómo luchar entonces? Desde la estrategia del collage, en un diálogo cruzado entre el pensamiento teórico francés y los estudios transfeministas y decoloniales, este ensayo analiza las nuevas formas de violencia de la era digital.