Con la aprobación de la Constitución de 1978 que, en su título VIII -de la organización territorial del Estado-, reconocía el derecho a la autonomía de las regiones que componen España, se inició el proceso de construcción del denominado Estado de las autonomías. El proceso culminó en julio de 1981, cuando UCD y PSOE aprueban los pactos autonómicos por los cuales España se organizó en 17 regiones o comunidades autónomas y 2 ciudades autónomas (Ceuta y Melilla, que lo serán oficialmente en 1995). Cada región se divide, a su vez, en varias provincias -excepto las siete uniprovinciales- que son las mismas, salvo modificaciones menores, que las de la división de Javier de Burgos. Esta es, por lo tanto, la estructura de este manual, en el que estas 17 regiones se enmarcan en seis grandes bloques regionales -Norte y Noroeste (la Iberia verde), la Meseta, el valle del Ebro, Levante, el Sur y Canarias-, donde se combinan el relieve, la hidrografía, la historia...
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