¿Cómo debe escribirse la historia? Esta cuestión ha sido debatida desde los comienzos de la historiografía griega, que, con la advocación de la musa Clío, subrayó su preocupación literaria. A partir del siglo XIX, la cientifización de los estudios históricos puso de relieve, más allá del problema estilístico, el epistémico de la relación entre conocimiento, lenguaje y realidad pasada. Historiadores, científicos sociales, filósofos y lingüistas han venido tejiendo así una compleja red de argumentos en torno a un temario profundamente antropológico que implica simultáneamente ciencia, arte y función política de la memoria. Este libro analiza y sistematiza las dos grandes etapas de estas discusiones sobre el "arsenal de Clío" en la cultura occidental: 1880-1960 y 1960-1990, a partir del Hexágono de la Objetividad que estableció las fronteras académicas de la profesión historiadora. A través de una pléyade de autores de los más destacados países (Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y ocasionalmente otros como Holanda, Italia, Canadá, Australia o España), se ofrece una visión multidisciplinar y ordenada, y se contribuye así a los debates actuales sobre el lugar y función del saber histórico. Esta obra toca por ello temas vitales para los interesados en la historia, la filosofía, las ciencias sociales, los estudios lingüísticos, literarios y de comunicación, y la praxis cívico-política.