Edición facsimilar del manuscrito 2659 con el mismo nombre conservado en la Biblioteca Universitaria de Salamanca.
Esta joya bibliográfica datada a finales del XV o principios del XVI consta de 191 folios de papel de 330 x 230 mm. Y ofrece los márgenes decorados con ilustraciones de las plantas que se mencionan en el texto. El facsimil está encuadernado en piel y se acompaña de un pequeño volumen que contiene la historia del manuscrito así como explicaciones técnicas y botánicas. Un DVD adjunto ofrece la posibilidad de, además de disfrutar de la belleza del libro, conocer la traducción castellana, la nomenclatura actual de las plantas presentadas, así como imágenes reales de las mismas.
Durante el siglo I, el médico y boticario griego Dioscórides, considerado el padre de la farmacología, escribió este tratado de botánica farmacéutica. En el siglo X, en la época de Abderramán III (891-961), califa de Córdoba, la obra se tradujo al árabe y Antonio de Nebrija realizó la primera traducción al latín en la Escuela de Traductores de Toledo en 1.518. En 1.555, en la ciudad de Amberes (actual Bélgica, pero entonces gobernada por España), el editor Juan Latio (circa 1524-1566) publicó una traducción del latín al español, realizada por Andrés Laguna, médico del papa Julio III. En sus frecuentes viajes a Roma, Laguna había consultado una variedad de códices, así como los libros sobre plantas medicinales que había producido en Venecia el herbalista Pietro Andrea Matthioli. Se continuó editando y perfeccionando esta versión del libro hasta mediados del siglo XVIII, y, en el siglo XIX, se realizó una copia facsímil.
Esta es una de las obras de la ciencia griega que más tiempo y en más ámbitos ha influido. Es un tratado eminentemente práctico: un repertorio de simples, es decir, sustancias animales, vegetales o minerales que tienen efectos terapéuticos por sí mismas (aunque puedan, también, servir para elaborar compuestos), fechado en el s. I d.C.
Básicamente la obra de Dioscórides consiste en describir una tras otra diferentes sustancias y enumerar las propiedades terapéuticas que se asocian a cada una de ellas, así como la forma de aplicación y, en algunos casos, forma de preparación y conservación. Concretamente, son 957 las secciones o capítulos que nos presenta que se corresponden con un simple (o, en algunos pocos casos, un producto elaborado a partir de él). La mayor parte de estas secciones son breves.
Este tipo de repertorios de medicamentos se empezaron a hacer en el ámbito cultural griego a partir del s. IV a.C. Probablemente tuvieron un desarrollo importante en la etapa alejandrina, ss. III a I a.C. La mayor parte de los simples de Dioscórides son plantas, concretamente nos presenta 579 plantas. Al margen de eso se habla de 61 animales de los que pueden extraerse remedios medicinales, 102 minerales, piedras o tierras y, finalmente, 72 preparados a base de alcohol o vinos y otros productos que no se pueden asociar a ninguna especie concreta de animal, planta o mineral, del tipo leche, orina, excrementos, grasa, etc. Es clara, pues, la preponderancia de los vegetales como origen de estos medicamentos.
Existe una versión digital e interactiva de esta obra en dioscorides.usal.es.