Este libro es un diálogo entre el lector y el que, según el estadounidense Mark Twain, «sigue siendo, con mucho, la personalidad más extraordinaria que haya producido jamás la raza humana». Juana nos toma la mano para entrenarnos, susurrándonos los mejores consejos posibles para la vida. La heroína de Orleans es una joven asombrosamente moderna. No hay nada raro en ella, nada fuera de lugar, nada anacrónico. El personaje de Juana es eternamente nuevo. Dios quiso que Juana fuera, para cada uno de nosotros (hombres y mujeres que trabajan en el corazón de la sociedad y están metidos de lleno en los asuntos del mundo), un entrenador, un maestro, una madre.