Esta monografía es el resultado del análisis de 3.151 piezas cerámicas halladas en Asturias (España), procedentes en su práctica totalidad de contextos arqueológicos. Se trata de una selección de piezas arribadas a esta región entre los XIII y XVIII, provenientes de diversos rincones de la península ibérica, Europa, Asia y América. Se ha utilizado una metodología que incluyó la creación de una base de datos, un sistema de información geográfica y un catálogo razonado, utilizados para clasificar y analizar cada una de estas cerámicas. Discutiendo estos datos, ha sido posible reconocer 18 regiones de proveniencia que han permitido reconstruir la evolución del comercio y consumo de cerámica en Asturias desde la Baja Edad Media y durante toda la Edad Moderna. En consecuencia, este trabajo amplía el radio de difusión de un buen número de centros cerámicos europeos y plantea la llegada a Asturias de muchas producciones que hasta este momento se desconocían.