El concepto de Black Power lo cambió todo en los años 60. Como el movimiento por los derechos civiles y la lucha por la integración racial se topaba con el supremacismo y el odio visceral de los blancos intolerantes, fueron un paso más allá en sus reivindicaciones y manifestaron su orgullo étnico. Como ninguna otra ideología precedente, moldeó la identidad negra y llevó a la toma de conciencia de la comunidad, que nunca más agachará la cabeza frente a los abusos ni se avergonzará de ser distinta; antes al contrario, expresarán su negritud en todos los ámbitos de la cultura: música, literatura, deportes, cine y artes gráficas. Una infinidad de programas culturales y sociales se llevaron a cabo para expresar su derecho a opinar, desarrollarse, prosperar económicamente y alcanzar la realización personal y colectiva.