A mi modo de ver, cuando distinguimos entre la praxis y la idea, la práctica y la teoría, la que resulta perjudicada es la parte intelectual. Es decir, disociar el ámbito material del analítico tiene como consecuencia un debilitamiento intelectual, una disminución de nuestra capacidad de visión y de comprensión. Esta conclusión se apoya en la premisa siguiente: hay una relación entre lo que pensamos del trabajo proletario y lo que pensamos de otros tipos de trabajo que podemos situar en el ámbito de la artesanía. Cuando separamos la actividad práctica de la actividad intelectual, el que sale perdiendo es el ámbito intelectual, el ámbito del análisis y la comprensión.