MONTERO HERRERO, SANTIAGO; PEREA YÉBENES, SABINO (EDS.)
Este volumen colectivo es, en su conjunto, una reflexión sobre la violencia en el mundo romano, pero no desde una perspectiva única de la guerra o de la delincuencia, sino de la religión o, por decirlo con mayor precisión, de las formas irracionales de la religión: la adivinación, las profecías, los prodigios o portentos que tanta influencia tenían para los romanos, no solo en su vida cotidiana, sino principalmente en los asuntos de Estado. Cuando los prodigios o las profecías competían a un emperador, o tenían lugar en sitios/edificios emblemáticos de la ciudad, los fenómenos naturales eran considerados admoniciones divinas que afectaban a quien ejercía el poder, y el poder y supervivencia misma de Roma. Siempre es útil volver la vista al pasado, para reconocernos en él, o para ver las diferencias y constatar los avances o los retrasos, en definitiva, los cambios.
Actualmente vivimos en un mundo secularizado; los Estados más adelantados en tecnología se dicen ‘aconfesionales’, y muchas veces las manifestaciones religiosas públicas se limitan al folclore. Las procesiones donde se puede evidenciar cierta fe, son puntuales, y no afectan –como ocurría en Roma— a las estructuras del Estado.
Aquí se ofrecen 15 miradas sobre el fenómeno de la violencia en Roma a través de los fenómenos irracionales, que provocan actos violentos o son su consecuencia. Estos capítulos los escriben profesores peritos en el tema de la adivinación, sobre la que han escrito antes con mayor o menor frecuencia. Los capítulos están ordenados apriorísticamente por cronología interna –el tiempo en que cada uno se sitúa–, desde la República romana hasta la Hispania Visigoda.