Publicada en 1919, Abel Sánchez no tuvo una feliz acogida, debido probablemente -como el propio autor escribía en 1920- a que -las gentes huyen de la tragedia cuando ésta es íntima-. Sin embargo, el paso del tiempo ha situado esta impresionante parábola del conflicto fratricida entre las grandes obras de Miguel de Unamuno (1864-1936). En el prólogo a esta edición, Luciano González Egido explica las razones por las que esta -novela quirúrgica- sobre la envidia se adelantó a su época.