En la primavera del año 1938, después de la rotura del frente de Aragón por parte del ejército de Franco, las tropas republicanas tuvieron que reorganizar todos sus servicios militares. Poblaciones leridanas y del centro de Cataluña, que hasta entonces habían sufrido tímidamente los estragos de la guerra, empezaron a sufrir directamente las consecuencias. La pequeña población básicamente agrícola de Pujalt, en el límite entre las provincias de Barcelona y Lleida, es un caso paradigmático. El XVIII Cuerpo de Ejército republicano la escogió como epicentro para el descanso y adiestramiento de sus soldados. Este libro nos cuenta, gracias a la consulta de fuentes orales, archivísticas, hemerográficas y arqueológicas, las claves para entender las vicisitudes e intromisiones castrenses en los asuntos locales. La compleja estructura de espacio que requería esta nueva base de instrucción -avituallamiento, higiene, descanso- los condujo a la requisa de múltiples edificios y a la construcción de nuevos equipamientos para los futuros soldados de la república. La difícil adaptación y encaje entre ambos comportó la aparición de múltiples fricciones, tropiezos y extrañas muertes. Muchos de estos espacios se han convertido en vestigios históricos de primer orden, que han sido museizados en un Memorial único a nivel español.