El Proslogion de san Anselmo contiene una de las más conocidas pruebas de la existencia de Dios: la que, tras haber sido defendida por la mayoría de los filósofos medievales y modernos, se ha denominado "argumento ontológico". En esta obra se recogen, además, diversas demostraciones relativas a la esencia divina. Todo ello escrito en un lenguaje muy cuidado; en ocasiones, incluso, poético. Y está acompañado de oraciones dirigidas a Dios, pidiéndole luces para poder penetrar con la inteligencia en los misterios divinos. Este peculiar método que utiliza san Anselmo le ha hecho merecedor de ser presentado en la Fides et Ratio como un ejemplo a seguir en la búsqueda de la armonía entre fe y razón.