Loa entremesada para la compañía del pupilo. Agustín Moreto y Cabaña
Fragmento de la obra
Loa entremesada para la compañía del pupilo
(Salen el Pupilo y Manuela Escamilla.)
Manuela: ¡Deténgase, por Dios!
Pupilo: Pierdo el sentido.
¿A quién esta desgracia ha sucedido?
¡Vive Dios!
Manuela: ¡Bueno está, por vida mía!
Pupilo: ¡Qué cuando con mi pobre compañía,
vengo a Madrid ufano,
a recibir mil honras de su mano,
me suceda este azar!
Manuela: Diga ¿qué ha sido?
Pupilo: Loco estoy, ciego estoy, estoy corrido.
Manuela: Sepa la causa pues.
Pupilo: No sé decilla.
Manuela: ¿Es por qué le ha faltado Malaguilla,
que por estar el arpa algo achacosa,
la primavera la purgó con Rosa?
Pupilo: ¡Peor!
Manuela: Ya yo adivino su cuidado;
es porque el buen Gaspar nos ha faltado,
que siendo de los tonos el contraste,
con mil letras de cambio ha dado al traste;
que está ya que se arruga,
en un tono que puso hizo esta fuga.
Pupilo: ¡Mucho peor!
Manuela: Pues, diga ¿en qué topa?
¿Es porque le hace falta Pocarropa?
Que aunque nos ha dejado
ya la pena pago de su pecado,
como es Melocotón, si bien lo advierte,
por poco no te manda.
Pupilo: ¿Quién?
Manuela: La muerte.
Pupilo: Mayor mi pena es.