La obra estudia la ruptura matrimonial en el antiguo Arzobispado de Sevilla (las actuales diócesis de Huelva, Sevilla y Jerez de la Frontera), en la segunda mitad del siglo XVIII. Un periodo en el que, pese al avance de la sensibilidad dieciochesca y sus renovadas normas de comportamiento en el ámbito público y privado, siguen vigentes muchos de los conflictos maritales localizados en siglos anteriores. Ante el tribunal arzobispal pasaron hombres y mujeres con sus razones y sus quejas -malos tratos, infidelidades, desgobierno...-, que nos ofrecen una imagen de la realidad por la que debieron transitar los matrimonios mal avenidos del momento. También, de las respuestas facilitadas por la Justicia y el Derecho canónicos de entonces.