"La literatura y el ocio en la sociedad cortesana del Siglo de Oro" es un estudio histórico sobre el ideal del ocio laborioso, diferenciado de la ociosidad que consiste en no hacer nada. El enfoque resulta novedoso, ya que escasean las investigaciones sobre la historia moderna del "otium", complementaria del "negotium", quizá por haber sido considerada un tema de importancia menor con relación al trabajo. La principal hipótesis desarrollada tiene que ver con la revaloración del ocio laborioso ocurrida en el contexto de la sociedad cortesana de los siglos XVI y XVII, cuya herencia persiste con posterioridad a que se hubiesen producido las nuevas condiciones económicas y sociales propiciadas por la Revolución Industrial, desde el siglo XIX, de las que surgirá el ocio de masas. Durante el periodo preindustrial, sin embargo, también se produjeron manifestaciones culturales y festivas asociadas a diversas formas del ocio, analizadas a lo largo de los seis capítulos que conforman el libro. El primero resume un estado de la cuestión en el que se cuestiona la oposición absoluta, establecida por parte de la crítica, entre el ocio cortesano y el ocio de tipo letrado o humanista, de tradición ciceroniana. Después de abordar en el segundo apartado la tipología y las diferentes clases de ocio: lúdico, festivo y cultural, el tópico remedio literario de la ociosidad sirve, en el apartado tercero, de punto de partida para comprender la utilidad de la literatura desde la época renacentista, y también para justificar las diferentes variedades genéricas de la ficción literaria entonces predominantes, como la prosa dialogada y la narrativa que culmina en Cervantes, considerado desde esta nueva perspectiva. Para completar el panorama histórico-literario, el apartado cuarto se dedica al ocio poético de la tradición clásica española, articulado desde Garcilaso a Góngora, cuya ruptura condujo a la plena afirmación romántica de la autonomía del arte por el arte, mientras que el apartado quinto versa sobre el ocio teatral, analizando su importancia en el desarrollo de la controversia sobre la licitud del teatro que originada tras el triunfo de la comedia nueva, cuyo máximo exponente fuera Lope de Vega, perdura hasta la "Memoria" compuesta por Jovellanos a finales del siglo XVIII, marcando el final de una etapa en las valoraciones tradicionales que identificaban en exclusiva el ocio con la ociosidad. En el apartado sexto y último, se resume la evolución secular del "homo otiosus" desde su revalorización en la sociedad cortesana hasta el cambio que ha culminado en nuestra actual sociedad del espectáculo, o del entretenimiento, donde ha variado sustancialmente la función desempeñada por el ocio literario que, en el contexto de la Europa de las cortes, se había manifestado como parte del ocio laborioso opuesto, más que al trabajo, al vicio de la inútil ociosidad.