Esta monografía aborda, desde diversos ámbitos de conocimiento, epigrafía, autores clásicos, arqueología, un estudio sobre la figura de uno de los príncipes Julio Claudios más queridos por los contemporáneos de su tiempo, así como por la historiografía posterior, Germánico Julio César. Germánico fue uno de los miembros más populares de la Domus Augusta, llegando a perfilarse como un claro candidato al solio imperial, tanto que hasta las fuentes deja entrever la preferencia de Augusto entre éste y Tiberio. En esta obra se realizan un estudio sobre la figura de este príncipe, sus hazañas bélicas, el papel jugado en las relaciones de la dinastía y el poder, así como los acontecimientos que rodearon su inesperada y enigmática muerte. El clamor popular, las muestras de afecto tras su óbito sentarán un precedente antes nunca observado por sus contemporáneos, tal como nos transmite Tácito, tras su fallecimiento se rompió el pacto con los dioses por haber permitido su muerte, se arrojaron estatuas de las divinidades de sus pedestales y apedrearon templos forzándose sus puertas, ante los ruegos y súplicas no atendidas. Las manifestaciones a su memoria trascenderán dinastías y periodos por las virtudes romanas que encarnaba su recuerdo y persona, de lo que se puede afirmar que la memoria y la imagen de este príncipe siguió viva en el imperio a lo largo de los siglos, siendo objeto de honores y recuerdos mucho más allá de su muerte.